“Usted y yo nunca nos hemos
necesitado… ¡pero cuanta falta nos hacemos!”
Ya llevamos días sin vernos y el
textear ya no nos es suficiente… nos hemos cansado de hacernos el amor en
letras y las pieles se gritan la una a la otra sin descanso, se buscan y no se
encuentran. A todas horas en mi mente estás, haciendo de mí
un manojo de nervios en espera de ti.
Y mientras tanto tú y yo, lo
hacemos en solitario! pero en una soledad acompañada el uno del otro, porque
somos almas gemelas! cuerpos que unidos en el vaivén del amor aun con la
distancia no se separan.
Sucedimos entonces, en dos almas
abandonadas en el limbo del placer latiendo sobre gemidos enamorados en un
ardiente crepúsculo… Y en sueños eras tú quien moría dentro de mí y como un
pañuelo blanco cubrías la alborada de mi cuerpo, y yo te sacudía con mis
viajeras manos… lujuria que brota… ríos que desbordan… mis piernas abiertas,
húmedas y dispuestas, esperando tu daga… esperándote a ti, mi hombre, mi poeta!
Y de los sueños despierto y te busco en mi cama, entre sábanas calientes rebusco
y lo único que encuentro es soledad.
Y deseo que entierres mi cuerpo
en tus manos, que veas como se desbordan cada uno de mis poros al sentir tus
dedos, que me des ese elixir que me enciende la calma, que inflama mi alma y me
lleva al cielo… y quiero que consumas mi
piel entre tus labios, que recorras mi vientre, y delinees cada curva de mi
cuerpo, hazme cimbrar de placer… toca tus labios con los míos, dóblame,
arquéame, saborea mi piel, mi sexo, déjame cabalgar en ti, sentir la cálida
presencia de tu cuerpo… ardamos de pasión y lujuria. Soy alma, sentimiento,
deseo, la piel solo me contiene, me disfraza… y me comporto más como una hembra
que como una mujer!
Ya nada me inmoviliza, me domina
la necesidad de ti, de tu cuerpo, de tu mente, de tu alma, de todo tu a mi
lado! haciéndome gritar tu nombre, poseyéndome, cogiendo no solo mi cuerpo,
sino también mi alma entera, haciéndome tuya a placer.
Si supieras el dolor que sienten
mis labios en espera de un beso tuyo… soñarte, beberte, amarte… quisiera que
dejaras espacio para algo más en mi mente y en mi cuerpo que únicamente tú.
Podría volar a un mundo alterno donde sólo nosotros dos seamos los habitantes… ¡quiero
visitar a tu lado el país de la locura donde nuestros sexos se compriman entre
alaridos de placer!
Cierro los ojos. Tus dedos me
dibujan, tus labios me iluminan, tus brazos me transforman, tu sexo es mi
locura… mi cuerpo enardecido de deseo puro anticipa el contacto de tus labios, se incendia de ganas por sentirte… ardo en las
llamas de la espera… ¿se puede pedir más?
Entre brumas están mis sueños por
ti. Perdieron el sentido de la realidad, la noción del tiempo… de tus manos haz
florecer la sinfonía del amor, el canto de la gloria, el destello del paraíso…
que si me besas el alma, ten por seguro mi amor que yo te besaré lo demás,
escurriéndote de placer.
Y quiero beber tu miel divina,
saborearte lentamente, lánguidamente mirarte, tenerte despacio, suave, profundo,
fuerte… comer tu sexo es mi delirio… no me canso de pensarlo, de soñarlo, de
anhelarlo… y pido al tiempo gire pronto cuando estás lejos, y pretendo
detenerlo cuando de cerca te tengo…
¡Y eres mi escritor de piel
favorito!
Quisiera que escribieras en mí,
se tú la tinta de los versos olvidados, que sea yo el lienzo donde tus sueños
se tracen, se forjen, se cumplan… llena ese vacío que nadie más puede colmar,
ven conmigo al lugar al que sólo tú y yo pertenecemos, al mundo creado para y
por nosotros, donde nada nos toca, donde todo simplemente es, ¡donde realmente
existimos! Permite que nuestro mundo se expanda, que vibre, que rezume de
verdad y de presencia, de nosotros.
Eres tú mi anhelo nocturno, mi
demonio terrenal… yo, yo soy tu sierva, la que espera con las alas abiertas
para cuando desees que volemos juntos, lado a lado, sin cadenas… a la espera de
pasión, sexo e incluso amor, pues mi alma te grita, mi cuerpo te clama y mi
corazón revive.
Y suelo ser tuya en sueños y en
infiernos cuando no te tengo… y en cielos infinitos de instantes vagos llenos
de éxtasis; y tu olor enerva mis sentidos hasta hacerme llover a raudales, y
quiero comerte entero hasta saciar mi sed de ti; esta abstinencia de tu carne
hace que la espera sea una muerte lenta que consume mis ansias al desearte… mis
labios gritan en silencio mientras corazón y cuerpo desean resurgir entre las
cenizas de tu pasión.
Y a pesar de mis desvelos, de mis
ganas, de mis frustraciones, lo único que aciertas a decir es aquello que me
hace sentirte a distancia, donde tus letras son el susurro escrito que
despierta mi lujuria, esa que me lleva a pecar y me manda directo a tu
infierno…
@lis_ek01
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