Mujer de tinta y piel, de instantes tornasol... Entre sueños y realidades que hacen volar y echar raíces.
miércoles, 26 de agosto de 2015
¡DIGNIDAD!
Vaya palabra más mal empleada en este mundo.
Más, cuando quien habla de ella la única dignidad a la que se apega es a la de la moral de aquel que cree que si le ponen el cuerno lo propio es hacer lo mismo... aunque ¿ame?
De aquella persona que dice que tiene memoria “selectiva” y sólo quiere los 7 cm de la tarjeta, las joyas, las flores, etc. de quien acalla su conciencia por pasar el tiempo con "amigas" pues ella es la amante oficial y la próxima ¿esposa?
De aquella a la que no le importa más que el beneficio propio y no lo que le pueda ocurrir al ser amado si este en su obrar no es correcto.
De aquella que sabiendo el daño que se hace no es capaz de hacer que se repare y al contrario, como no le afecta todo está bien.
De aquella que al leer un título juzga a la ligera a quien ha escrito sobre lo que muchos viven, culpándoles en lugar de dar el beneficio de la duda, de poder decir “también son víctimas” de acuerdo las circunstancias que se presentan.
Sí, hay de todo en este mundo...
Simplemente no vengas a hablarme de dignidad cuando tus haceres no son dignos, cuando tus acciones no concuerdan con tus palabras. Y mucho menos cuando tus escritos son copia barata y prefieres los plagios a tratar de escribir lo propio e incitas a que lo hagan igual que tú.
No, no me hables de “dignidad” si no vas a mostrarme con tus acciones la dignidad de la que tanto hablas.
Malu Ramirez (@le_moire_)
P.D. Tiene mucho más dignidad aquel que da la cara y dice esto me pasó, ¡tengan cuidado! que aquel que sólo se queda callado.
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