miércoles, 21 de octubre de 2015

Íncubus


Íncubo...

Sí. Así te llamo hoy, porque como un aquel llegaste a mi vida absorbiendo de mi lo mejor. De mis días hiciste noche, desvelo, muerte lenta poseyendo en cuerpo y alma mi ser.

En el recóndito de mi memoria tu sonrisa de satisfacción aún adormece mi existir, etéreo el recuerdo de tus labios; desangrante dolor que ahora tus brazos propinan en mi piel de solo recordarles...

Íncubo, sí; eso eres...

Demonio-dios del sexo que llega a satisfacer sus deseos con almas que se dan a ti sin pensar, sin saber, enajenadas por la galantería cobarde que desprendes, usando la tristeza y el dolor de la muerte a juego y como veneno tu mente poderosa.

Íncubo que convierte aquello que toca en esclavo de sus deseos.

Si, ya no eres humano, tal vez nunca lo fuiste...

Hoy, hoy  sólo eres un demonio en busca satisfacción sin ser satisfecho jamás... Alma perdida que va de cuerpo en cuerpo, de corazón en corazón absorbiendo vidas que no llenan y huyendo del amor y su realidad.

Sí... hoy sólo eres un Íncubus que vuelve Súcubus  a quien toca.

Malu Ramírez


domingo, 18 de octubre de 2015

No soy poesía

No soy poesía...
Soy algo más profundo que ello,
más etéreo,
impalpable en el tiempo.

Soy sueño, recuerdo y nada.

Caricia de viento que se borra,
lágrima que baña y purifica,
alma vagante en el limbo del ya no más.

Espíritu antaño que resurge,
ave fénix que se extingue...
Un sueño perdido al despertar.

Música viva y doliente,
risa contagiosa,
sonrisa cautivante,
aroma a cielo y lascivia.

Sólo... sólo no busques mi mirada,
que ahí encontrarás el reflejo de lo que eres;
porque lo que soy y fui lo veo en tus ojos:
oscuros como la profundidad de mi abismo,
dorados como el reflejo del amor y de mi piel al amar.

No, no soy poesía...
Soy todo, soy nada;
recuerdo, añoranza y sueño;
nada más.

Malu Ramírez

lunes, 5 de octubre de 2015

Así como tú


Hoy escuché viejas canciones... De aquellas que de joven nunca supe su real significado y que cantaba porque todos lo hacían.
Canciones que no eran de mis favoritas, canciones de grupos que no me interesaban, canciones de las que se oyen mientras vas en el bus y estás con las amigas.
Y si, ahí en el bus fue precisamente donde hoy sin querer volví a escucharlas... Y como por arte de magia me transporté a bastantes ayeres, y al inicio sonreí cuando comencé a tararear al ritmo de la canción, más de repente un rictus de dolor asomó a mi rostro.
Aquella canción cantada alguna vez solo por el placer de hacerlo tomó significado y el alma aunque queda muy poca, sintió el golpe de recuerdos que esa música ahora provoca haciendo al corazón hundirse en ese atemporal limbo donde todo aún sin quererlo duele.
Mas la canción termina, y a pesar de ser un bello día ya se dio la reflexión dejando un recuerdo vago de por qué dolió. Se sigue viviendo, recibiendo con las manos abiertas cada instante que es bendición y se festeja el estar vivo, dispuesto a todo siendo feliz en el aquí y el ahora y nada más.
Malu Ramirez