lunes, 23 de noviembre de 2015

Bruja maldita


Nadie supo cómo murió; sólo encontraron el cuerpo tendido sobre su propia sangre, sin piel y desollada. Sus manos apretando fuertemente los puños, enterrando las uñas en la palma de sus manos y en el rostro un rictus lleno de odio, con la boca abierta como lanzando un alarido y queriendo arrancar con sus dientes aquello que se le clavaba en el pecho.
Nunca le tuvo miedo a nada… Siempre fue la mujer que irradiaba paz, cariño, ternura, amor y pasión por la vida.

Nadie le conocía enemigos, nadie la odiaba. Todos la tenían en alta estima.
Todos; menos ella misma.
Amó a tal grado que dio todo a cambio de nada. Y a cambio de ese desmedido amor recibió traición, odio, maltrato, burlas, estafa.
Nunca demostró ser la frágil mujer hecha polvo por la vida… siempre sonriente dirigió a los demás a manifestar lo mucho que valían y que ella podía reflejar como espejo en su mirada.
No, no fue locura lo que la invadió; fue tal la forma de encerrar su lado oscuro, de no permitir a su ente malévolo salir y vengarse, pues la venganza no entraba en su razón.
Saber que debía amar sobre cualquier cosa en vez de odiar siempre fue su motor y sin embargo; fue lo que hizo a su bruja maldita surgir y matarse, en el deseo de dejar de sentir el gran amor del que era capaz y por el que había perdido todo.
Al abrir sus manos fueron sus ojos, aquellos espejos del alma, los que revelaron la verdad.

Malu Ramírez
Pero... ¿adivina qué "amor"? mi bruja maldita vive y ha deseado matar a aquella mujer que te amaba y vivía en mí, sin embargo ya no hubo nada que hacer, pues tú; precisamente tú la mataste antes. 
Ya no la encontrarás jamás... ahora soy fusión de aquellos seres que no dejaba vivir en mi, lo siento por ti, o no lo siento. Simplemente ya nada detiene aquello que pueda pasar, el amor se fue con la mujer con la que acabaste y a la cual le cavaste la tumba tan lento y con saña. Cuídate que ya el amor no bastará para detener a mi bruja maldita.

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